En el correr diario, urbano, veloz, pesado y agotador… basados en la necesidad de relajarnos y sentirnos propios dentro de las limitaciones y capacidades espaciales de nuestras residencias; podría ser la ruta a la consumación de este requerimiento de nuestra realidad humana, un espacio abierto para disfrutar unos minutos al aire libre, un café, un poco de lectura, una charla o simplemente refrescarnos en las noches de verano.
Tan simple como eso ¡UNA PERGOLA! plasmar nuestra idiosincrasia a ese espacio que tenemos disponible y que en nuestra mente hemos dibujado tan sencillo, practico o complejo y rebuscado, cual arquitecto buscando la inmortalidad en su creación.